Claves para entender las Tarjetas de Crédito y Débito: "Deuda Buena vs. Deuda Mala"

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ECONOMÍA

9/20/20234 min leer

person using laptop computer holding card
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¿Qué son las tarjetas de crédito y débito?

Las tarjetas de crédito y débito son piezas esenciales en nuestro día a día. Ambas son emitidas por bancos y otras instituciones financieras, pero tienen propósitos y funcionamientos muy diferentes. Atento!!!

Tarjetas de débito: Tu mejor aliado para gestionar tu dinero (el que realmente tienes)

Comencemos con las tarjetas de débito. Estas tarjetas están vinculadas directamente a tu cuenta bancaria, lo que significa que el dinero se retira automáticamente de tu saldo al realizar una compra. No acumulas deudas con una tarjeta de débito, lo que la convierte en una herramienta excelente para controlar tus gastos. Es como llevar efectivo en forma electrónica.

Tarjetas de crédito: La opción para pagos a plazos

Por otro lado, las tarjetas de crédito te permiten realizar compras incluso si no tienes suficiente dinero en tu cuenta. Cuando usas una tarjeta de crédito, adquieres una deuda con la entidad emisora que debes pagar en el futuro. Aquí es donde entra en juego el "pago a plazos". Mucho ojo con estos intereses, suelen ser muy altos.

El "pago a plazos": ¿amigo o enemigo de tus finanzas?

El "pago a plazos" es una opción que muchas tarjetas de crédito ofrecen. Te permite dividir el pago de tus compras en cuotas mensuales. Esto puede ser útil para gastos grandes, como un electrodoméstico o unas vacaciones, pero debes tener cuidado. Si no pagas el saldo total al final del mes, acumularás intereses, lo que podría convertir esa deuda en algo muy costoso a largo plazo. Así que, utilízalo con responsabilidad. Siempre valora el pago a plazos sin intereses. Cada día son más los establecimientos que ofrecen esta opción y es fantástica, ya que no te descapitalizas y puedes utilizar ese dinero para cualquier inversión que te reporte beneficios.

Vamos a profundizar en el concepto de "deuda buena" y "deuda mala" para que puedas comprender mejor cómo pueden influir en tus finanzas personales.

"Deuda Buena":

La "deuda buena" se refiere a préstamos o deudas que pueden llegar a mejorar tu situación financiera o te permiten alcanzar metas importantes a largo plazo. A menudo, estas deudas se consideran inversiones en tu futuro financiero y pueden generar valor a lo largo del tiempo. Aquí te pongo algunos ejemplos de deuda buena:

  1. Hipoteca: Comprar una vivienda es una de las inversiones más grandes e importantes que la mayoría de las personas hacen en su vida. Una hipoteca te permite adquirir una propiedad y construir capital a medida que pagas tu préstamo. Además, los intereses hipotecarios suelen ser deducibles de impuestos en muchos países. Se lo que estás pensando, si, incluso en estos momentos con los tipos de interés que tenemos.

  2. Préstamo para educación: Financiar tu educación a través de préstamos para formarte puede considerarse deuda buena si te brinda acceso a una educación de calidad y te prepara para una carrera profesional bien remunerada. La inversión en tu educación puede aumentar tus oportunidades de ingresos a lo largo del tiempo. Te recomiendo que te formes de manera continua durante toda tu vida (sin préstamos, si puede ser :-))

  3. Préstamo para iniciar un negocio: Si pides un préstamo para iniciar tu propio negocio, estás invirtiendo en tu futuro como emprendedor. Si el negocio tiene éxito, la deuda puede considerarse buena, ya que puede generarte ingresos y crecimiento a largo plazo.

  4. Préstamos para inversiones: Algunas personas toman préstamos para invertir en activos que generan ingresos, como propiedades de alquiler o acciones. Si estas inversiones generan rendimientos que superan los costos del préstamo, se considera una deuda buena. Infórmate bien y asesórate antes de hacer este tipo de inversiones.

"Deuda Mala":

La "deuda mala" es aquella que no mejora tu situación financiera ni genera valor a largo plazo. Por lo general, se asocia con gastos impulsivos, compras innecesarias o deudas que se acumulan debido a un manejo financiero deficiente. Te pongo algunos ejemplos comunes de deuda mala:

  1. Deuda de tarjeta de crédito para gastos no esenciales: Acumular deudas en tarjetas de crédito para comprar ropa, comidas en restaurantes o artículos de lujo sin poder pagar el saldo completo al final del mes suele ser una deuda mala debido a los altos intereses que se generan.

  2. Préstamos rápidos o de alto interés: Los préstamos con tasas de interés extremadamente altas, como los préstamos de día de pago, son considerados deuda mala. Pueden atraparte en un ciclo de endeudamiento difícil de salir.

  3. Compras impulsivas: Comprar cosas que no necesitas, impulsadas por el deseo momentáneo, a menudo resulta en deuda mala. Estas compras no contribuyen al crecimiento financiero y pueden llevar a problemas financieros a largo plazo.

  4. Deudas sin un plan de pago: Cualquier deuda que acumules sin un plan claro para pagarla puede considerarse mala. Ignorar las deudas puede llevar a problemas financieros y afectar negativamente tu historial crediticio.

En resumen, la diferencia clave entre la deuda buena y la deuda mala radica en si la deuda contribuye o no a tu situación financiera a largo plazo.

Siempre es importante evaluar detenidamente si una deuda es necesaria y si puedes gestionarla de manera responsable antes de contraerla. La deuda buena puede ser una herramienta valiosa para avanzar en tus metas financieras, mientras que la deuda mala puede ser un obstáculo que afecta tu estabilidad económica y emocional.